F.C. Barcelona y Atlético de Madrid serán los equipos que acompañen a Sevilla y Real Madrid en las semifinales de la Copa del Rey. Los de Tito, dirigidos ayer por Roura, se impusieron por 2-4 al Málaga en el que puede ser el mejor partido de lo que llevamos de temporada y siguen con las opciones de lograr el triplete intactas. El equipo del cholo Simeone empató a 1 en el Villamarín e hizo bueno el 2-0 conseguido en el Calderón.
Málaga – Barcelona
Impresionante el espectáculo que se vivió ayer en la Rosaleda en una noche digna de unos cuartos de Champions League. Los dos equipos lo dieron todo y desplegaron un fútbol de toque y control que maravilló a todos los que tuvieron ocasión de verlo.
El Málaga salió a presionar muy arriba desde el primer minuto, pero el Barça pronto rompió la presión y, en el minuto 8, Pedro inauguraba el marcador tras rematar de cabeza un pase de Alves, en posible fuera de juego.
Lejos de venirse abajo y dejarse adormilar por el fútbol control que practica el Barcelona cuando está por delante en el marcador, los de Pellegrini no tardaron más de 4 minutos en empatar el encuentro, gracias a un gol del rejuvenecido Joaquín tras aprovechar un pase en prfundidad de Duda. El resto de la primera parte se pude definir con una sóla palabra: intensidad. A pesar de poner toda la carne en el asador, la primera mitad terminó con empate a 1. Arrancada la segunda mitad, el Barcelona volvió a repetir el guión y se adelantó en el minuto 4, cuando Piqué, en una incorporación al ataque, recibió un pase de Xavi y resolvió como si de un delantero centro se tratara, pegando la pelota al palo defendido por Kameni. Y, como el guión se repetía, el Málaga quiso sumarse a la película y volvió a empatar el encuentro a traves de Santa Cruz, que en el minuto 68 batió a Pinto con un gran disparo que se coló en la meta blaugrana tras ser repelido por el poste. Y ahí es cuando pareció que el Barsa se había enfadado y puso en práctica su fútbol total, ayudado también por el desgaste de los malaguistas en la primera mitad. Así, en el minuto 75, Iniesta combino en una gran jugada con Cesc, que devolvió el balón al manchego para que pusiera el 2-3 en el marcador batiendo a Kameni con un tiro por debajo de las piernas. El juego de los de Roura crecía conforme pasaban los minutos y Messi, en el minuto 80 establecía el definitivo 2-4 con el que terminó el encuentro.