Ayer a las 22 horas daba comienzo el encuentro que cerraba la decimocuarta jornada liguera y enfrentaba en La Rosaleda a Málaga y Athletic de Bilbao.
Ambos equipos llegaban en situaciones dispares. Mientras que los vascos se encuentran cada vez mejor y se están recuperando del mal inicio de temporada realizado, los de Schuster andan encajados en la parte baja de la tabla y la afición parece no dar más crédito al técnico alemán, que ayer tuvo que escuchar como parte de la grada pedía su salida del club.
Comenzó avisando Muniaín, que a la postre sería el protagonista del partido, pero el jugador no controló bien y Caballero le arrebató el balón. El siguiente en avisar sería Guillermo, el canterano que formó de inicio sustituyendo a Aduriz, con un remate de cabeza que se paseo por la línea de meta de Caballero pero que no llegó a entrar.
Intentó responder el Málaga que consiguió hacerse con el dominio del partido y, tras dos ocasiones fallidas de los delanteros andaluces, en el minuto 38 llegaría el primer gol del encuentro. Angeleri centró con la cabeza desde el lateral del área y Juanmi, también de cabeza y con gran precisión, ponía el esférico en la escuadra de Iraizoz.
Acababa la primera parte dominada más tiempo por el conjunto local, pero durante la segunda mitad, el equipo de Schuster no supo gestionar la renta obtenida y, en el minuto 68 llegaría el gol del empate del Athletic. Susaeta botó un corner y San José, con un gran remate de cabeza, ponía el 1-1 en el electrónico. De aquí al final el partido se convirtió en un carrusel de ocasiones de los de Valverde, más si cabe tras la expulsión de Portillo, que terminó de partir al Málaga y acabó con la paciencia de la grada. Y en una de estas, en el minuto 85, Munaín aprovechó la oportunidad para adelantar dar la victoria a un Athletic de Bilbao que se encuentra quinto en la tabla.
Mal ambiente en Málaga, donde la grada pide la cabeza del técnico que tanto les ilusionaba al comienzo de campaña. Habrá que esperar a ver que pasa durante los próximos días.