La Bundesliga, la primera división del fútbol alemán, ha iniciado la temporada 2011-2012 con una polémica en el modesto equipo del Hoffenheim y en su flamante estadio.
Y todo por la intención (o malintención, según los responsables del club) de un empleado del equipo que se ocurrió desarrollar un sistema de audio en el estadio para anular los gritos de la hinchada visitante.
El dispositivo tecnológico desarrollado por el propio empleado del club emplea un sistema de ondas de frecuencia que interfiere en los gritos de la hinchada contraria emitiendo fuertes sonidos que limitan la intensidad de las consignas de los contrarios.
Un empleado del Hoffenheim alemán se enfrenta a acciones legales y disciplinarias tras admitir haber usado un sistema de sonido de alta frecuencia como «antídoto» contra los cánticos de la afición visitante durante el partido de Bundesliga del sábado 13 de agosto frente al Borussia Dortmund en el que los locales ganaron 1-0.
Tanto el club, como el presidente y Dietmar Hopp, máximo accionista, que no eran conscientes de la existencia del equipo han pedido disculpas a la afición, ante una acción que el empleado calificó de «humorística» y han decidido perseguir judicialmente al empleado por utilizar este tipo de tecnología que perjudica a la afición del equipo visitante.
«Nos alejamos de esa acción y pedimos disculpas a todos los aficionados al fútbol si su experiencia se vio afectada«, declararon.
La policía de Heidelberg, que ha solicitado la entrega del aparato, está investigando el incidente después de que un seguidor del Dortmund pusiera una denuncia por daños físicos tras un encuentro en el que el juego no se vio afectado por esta acción.
Fuente: David Martínez/www.lavanguardia.es