El Real Madrid está teniendo este año esa pizca de suerte, de pequeños errores arbitrales a su favor y de pegada, que los tres años anteriores ha tenido el Fútbol Club Barcelona. Ayer el Betis mereció ganar o al menos empatar el partido porque ese balón al larguero, esa mano de Xabi Alonso, esa mano de Ramos en el último suspiro, esas escasas ocasiones para 3 goles. Si el Zaragoza parece condenado a descender, el Real Madrid parece estar tocado por la varita para ganar.
El partido comenzó con sobresalto porque en el minuto 9, Jorge Molina consiguió adelantar a los béticos. Hasta el minuto 24 el Madrid continuó por detrás del marcador hasta que el ariete blanco, Gonzalo Higuaín, marcó su gol con un enorme zapatazo.
Ya en la segunda parte, Cristiano al borde del fuera de juego marcó su enésimo gol en Liga y puso por delante al Real Madrid. Tres minutos más tarde Jefferson Montero volvió a dar un vuelco al corazón de todos los madridistas empatando un partido loco y sin sensación de control por parte de ninguno de los dos.
Finalmente, Cristiano Ronaldo en el 72, dio la victoria a los blancos, que ya piensan en el CSKA.
Diego Celma
Imagen: impacto