La final de la Copa del Rey 2011 / 2012 comenzó como se esperaba, con una monumental pitada al himno español. Esta rocambolesca situación tan solo se alargó 27 segundos porque ante la ausencia del Rey, no es necesario poner la versión larga.
De los pitos se pasó al monólogo del Fútbol Club Barcelona. Pedro abrió el marcador nada más echar el balón a rodar. Minutos después Messi marcó un golazo desde un lateral del área clavando el esférico en la escuadra del palo corto de Gorka Iraizoz. E instantes después Pedro cerró la cuenta definitivamente con el tercer gol.
En media hora todo el pescado vendido. Quizás si el árbitro hubiese pitado un clamoroso penalti de Piqué sobre Llorente otro gallo hubiese cantado, pero quizás ni siquiera con eso hubiese bastado. El Athletic Club de Bilbao estuvo de nuevo muy apático y demostrando que es un equipo muy tierno en las finales.
Ni siquiera Marcelo Bielsa pudo enmendar esto tras el descanso. Guardiola se despidió así ganando lo que ellos, los culés, calificaron como «copita» el año pasado. La Copa del Rey es el único título de 2012 de un equipo de leyenda. Han decepcionado a lo grande.
Diego Celma
Imagen: diariodenavarra