En el primer GP del año, disputado en Bahrein, Red Bull escondió un error estratégico en el cálculo de gasolina, alegando el fallo de una bujía.
Según informaron miembros del equipo, Sebastian Vettel exprimió al máximo su monoplaza en el inicio de carrera con el objetivo de despegarse de los Ferrari, lo que incrementó de manera considerable el consumo del vehículo.
Si bien es cierto, que el motor del Red Bull sufrió problemas en una bujía, ésto no presentaba problemas en el rendimiento del vehículo, aunque si modificaba el sonido del monoplaza.
El cambio de táctica se dió como consecuencia del inicio de carrera, en el que Vettel exprimió al máximo su motor, por lo que el Red Bull se vio obligado a reducir las vueltas de motor para llegar con gasolina suficiente a la línea de meta, dando como resultado el adelantamiento de los Ferrari y del McLaren de Lewis Hamilton.
Lo cierto es que el piloto alemán, Sebastian Vettel, vería como su Red Bull se quedaba estático nada más cruzar la línea de meta, sin gasolina a raíz de poner el máximo de vueltas de motor en las últimas vueltas para evitar perder la cuarta posición en carrera.
Ahora la pregunta que nos surge a muchos, -¿Le habría pasado Alonso?
La pregunta es, si Fernando Alonso hubiese sido capaz de pasar a Vettel, en caso de que éste no hubiese tenido el «desperfecto» en su coche.
Ahora bien, si hablamos de gasolina, o sea de ser un problema de combustible, Fernando Alonso fue el que menos combustible gastó, según los pesos de balanza acusados por los monoplaza, terminada la carrera, sin embargo, Vettel no fue capaz de despegarse de él con el máximo de revoluciones de motor en las primeras vueltas.
Por otra parte, si nos ponemos a analizar los tiempos de Alonso, vemos el nivel de exigencia al que expone a sus rivales: vuelta más rápida: 1:58.287; la segunda, 1:58.879; la cuarta, 1:59.405; la quinta, 1:59.406; la sexta, 1:59.448; la octava, 1:59.528, y también la décima. Un ritmo devastador para el resto de los pilotos.