El ex presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, no se ha hecho esperar, y después de la Asamblea de socios de este fin de semana, ha manifestado que pondrá mano dura, ante las actitudes del actual presidente del Barça, Sandro Rosell.
Laporta anunció que tomará serias medidas contra el actual directivo, tras descalificar la actuación de la Junta Directiva de turno, por «crear alarma social en el barcelonismo». Hace algunos días, os mostrábamos la comparecencia de Laporta, ante ciertas sentencias que los actuales responsables del club habían realizado en relación a la gestión del ex gobierno azulgrana.
El anterior mandatario llevará la cuestión a tribulanes: «…Impugnaremos la Asamblea pues considero que se ha vulnerado el derecho que tengo, como ex presidente, a explicar nuestras cuentas y someterlas a la aprobación de la Asamblea. Se ha vulnerado el derecho de manera flagrante porque confié que se me respetaría el derecho, como se dijo en la reunión de la Junta saliente y entrante. Las cuentas que les di no han sido las mismas que se han sometido a votación, entiendo que se ha vulnerado mi derecho y puedo impugnar…», explicó Laporta.
Además, solicitará tanto a Rosell como a sus colegas de la Junta, que acaten todos los costes que impliquen la demanda, así como los del proceso judicial, con el fin de que el club no resulte damnificado. «…Es muy fácil poner la demanda de forma temeraria y que en caso que se pierda sea el Barça quien pague. Que soporten todos los gastos y honorarios que se produzcan como consecuencia de la demanda…», expresó el ex directivo del Club de fútbol.
Como uno de los puntos más polémicos de las declaraciones de Laporta encontramos la afirmación de que Rosell y sus ‘secuaces’ buscan «…perjudicar mi carrera política, arruinarme económicamente y personalmente. Está hecho con mala fe…». También acusó que «…la actual directiva está promoviendo la división del barcelonismo y creando un alarmismo social. Perjudica no sólo a mi persona, si no también al Barcelona…».
Sin dudas Laporta ya inició, con estas palabras, la guerra hacia Rosell, a quien veremos defenderse, o bien, acatar de boca cerrada.
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