Roberto Carlos hizo ayer el saque de honor en el Santiago Bernabeu y la cosa parecía que iba a ser una fiesta, pero sin embargo, al poco tiempo el Levante ya iba por delante en el marcador. Los equipos visitantes de Concha Espina se han acostumbrado últimamente a ponerse por delante, para luego caer derrotados.
El empate llegó de una forma estúpida, cuando Iborra que ya estaba apercibido, decidió controlar en el área un balón con la mano. A las duchas poco antes del descanso, pero no fue la única acción estúpida. Munua mostrando su palo ante el inminente lanzamiento de Cristiano también se coronó. Cristiano se la chutó donde el portero le decía, al palo que mejor estaba cubriendo y aún así fue imparable.
Tras los vestuarios Cristiano marcó dos tantos más (2-1 y 3-1) y ya son 27 a falta de 16 jornadas, estratosférico. Uno de cabeza y otro de bella factura (el gol 4000 del Madrid en el estadio). A continuación Koné con un gol inició un conato de rebelión que Benzema apagó con una delicatesen (4-2).
El Barcelona se queda con 10 puntos de sutura, que parecen dejar en la artesa al equipo, sentenciado quién sabe si a hacerle un pasillo al Real Madrid en su estadio.
Diego Celma
Imagen: as