Siempre he tenido especial debilidad por ese joven con cara de pillo que el día de su debut maravillo al estadio San Nicola de Bari. Luego se fue a la Roma en donde impulsado por Capello sacó lo mejor de él y, más tarde lo peor. Pero centrémonos en recordar lo bueno, como aquella jugada con Totti llamada Telepatía que para mí debe estar en los altares del fútbol mundial.
Después vino al Real Madrid en donde pasó sin pena ni gloria, se perdió el mundial que ganó Italia y entonces se fue de nuevo a su patria, a la Sampdoria, en donde fue la luz en medio de unos jugadores de tinieblas. Finalmente recaló en el Milán que, desde hace años, se dedica a recoger los despojos de todos los equipos de Europa.
Ayer le comunicaron la dulce noticia de que tras su isquemia cerebral y su posterior operación cardíaca, podrá volver a pisar los terrenos de juego. El cuerpo médico le ha dado el alta y Antonio Cassano ya ha empezado a entrenar. Pronto volveremos a ver sus destellos de luz en los campos de fútbol. Una gran noticia para el mundo del deporte y del fútbol.
Diego Celma
Imagen: muyfutbol