Carlos Pauner, Juanjo Garra y Juanito Oiarzabal ya están en las faldas de su próximo reto: el Shisha Pangma. Anteayer estuvieron en el último pueblo en dirección a su conquista, Nyalam. Un pueblo de campesinos que se erige a 3700 metros de altura. Los tres montañeros se quedaron muy sorprendidos de que todavía las nevadas estuvieran azotando en estas poblaciones. Las colinas de los alrededores todavía tienen ese azúcar glasé tan característico y los alpinistas ya deducen que el campo base será un infierno.
Aún así, a pesar de las adversidades que se les avecinan, siguen motivados para subir esta montaña y se están ya aclimatando de forma progresiva a la altitud, cosa muy necesaria para las grandes ascensiones ya que, aunque dispongas de un buen físico y buena técnica de escalada, sin aclimatación, estás perdido.
Si todo les ha ido bien y basándome en la última crónica de Carlos Pauner, hoy ya deberían estar en el campo base empezando a prepararlo todo para pernoctar allí casi un mes, que es el plazo que les han dado de permiso para poder acceder esta montaña. Este pico destaca porque fue el último de los ochomiles ascendido, ya en los sesenta.
Diego Celma
Imagen: iglootent