Historias del fútbol que nos dan #razonesparacreer. El Partido de la Muerte

En fechas de Eurocopa en las que nos encontramos, nos vienen a la cabeza historias de fútbol que ponen los pelos de punta y que nos hacen recordar cuán lejana se encuentra la pasión por este deporte. Una pasión desbordada que une a una inmensa cantidad de gente cuyos corazones laten por su equipo y por su país. Días de unión en donde no existe hueco para otro pensamiento que no sea estar con nuestra patria, nuestra gente y con su victoria. Días que nos dan #razonesparacreer en el fútbol.

Y con este sentimiento recordamos hoy una historia de sentimiento y de pasión por el fútbol y por el honor de un país. Una historia que se daba en los años 30 coincidiendo con el régimen de Stalin. Un partido que pasó a la historia como el Partido de la Muerte.

Para entonces, Stalin, con el programa de colectivización, había provocado una terrible hambruna en Ucrania. En ese tiempo los alemanes comenzaron la invasión de la Unión Soviética, y los ucranianos veían una posibilidad de salir del régimen al que estaban sometidos así como a ese sufrimiento provocado por Stalin.  En cualquier caso, la gran mayoría luchó para defender a Kiev en el ejército rojo, aunque de poco serviría. Pronto, incluso sus partidarios iniciales se convirtieron en opositores, ya que Alemania estableció un régimen más cruel si cabe en los lugares conquistados. Así, en esa situación, los alemanes crearon un campeonato de fútbol entre equipos locales, uno de ellos el FC Start perteneciente al Dynamo de Kiev y formado por prisioneros de guerra ucranianos. Este equipo comenzó derrotando a todos los equipos que participaban en el campeonato (alemanes, rumanos, húngaros…). Algo que no sentó demasiado bien a los alemanes, que no podían tolerar que alguien les sobrepasase en superioridad aunque fuese deportiva.  Así, el siguiente partido disputado el 6 de agosto de 1942 entre la FC Start y los pilotos alemanes de la LuftWaffe (soldados de la Wehrmacht) se convertía en una victoria ucraniana y una humillación alemana. El resultado fue 5-1.

Tocado el orgullo alemán, se preparó la revancha 3 días después eligiendo como árbitro a un miembro de las SS. Además, decidieron “advertirles” de las consecuencias que acarrearían si ganaban. Mientras los alemanes saltaban al campo entonando Heil Hitler y con la mano alzada, los ucranianos volvían a provocarles y, cuando parecía que levantaban la mano, la llevaron al pecho gritando “larga vida al deporte”. Tras un partido repleto de amenazas y mal arbitraje, ganaba el futbol ucraniano 5 a 3 mientras el estadio estallaba eufórico.

Pocos días después los jugadores eran detenidos y torturados de forma despiadada por la Gestapo. Tras esto, eran deportados al campo de exterminio de Babi Yar donde al menos tres de ellos eran ejecutados;  Nikolai Trusevich (portero y capitán del equipo), Alexei KlimenkoIvan Kuzmenko. Se cuenta que las últimas palabras de Trusevich fueron “el deporte rojo no morirá jamás“. En 1971, se erigió un monumento escultórico en el estadio Zenit de Kiev en memoria de estos deportistas.

Esperamos que os haya gustado la historia que os hemos traído hoy con motivo de estos primeros días de Eurocopa. Suerte a La Roja y a por ellos!

 

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