Domenicali siente debilidad por el piloto español Fernando Alonso. Encima, compite con sus colores de siempre, con los de Ferrari. Ahora se ha deshecho de nuevo en elogios con el asturiano asegurando que es el mejor de la parrilla porque gana aunque el coche no sea el mejor.
Ese es uno de los puntos de discusión de la fórmula 1, hasta qué punto la mecánica e ingeniería influyen en las victorias. En mi opinión influyen demasiado, son decisivas. Los datos están ahí. Cómo se explica sino que en 2009 ganara un piloto mediocre como Jenson Button que llevaba un lustro siendo una eterna promesa. En aquel momento el británico machacó en la pista porque Brawn GP llevaba un difusor diseñado por el ingeniero jefe.
Por eso, cuando alguien gana sin tener el mejor coche, es digno de mención puede ser un punto de inflexión a la hora de compararse con otros pilotos. Fernando Alonso ha demostrado de sobra sus habilidades en la pista y el otro día logró un meritorio tercer puesto en Singapur que le hace seguir con un gran colchón de cara al triunfo final. De momento tiene a los jefes muy contentos, que no es poco.
Diego Celma
Imagen: apuestamas