El TAS admitió ayer haberse equivocado en una fecha que tumbaba del todo la azarosa historieta del solomillo viajero. ¿Cambia eso algo? Lo cierto es que no, lo único que nos transmite es que Contador no ha pretendido engañarnos del todo tratándonos como si fuéramos tontos. Porque si hubiese jugado con la teoría de la contaminación alimenticia sabiendo que había dado positivo antes de comer la supuesta carne, no solo estaría tratándonos de bobos, sino que el bobo sería él.
Así pues, As ha publicado la noticia con un titular que alimenta aún más a esos desesperados que creen que la resolución del Caso Contador ha sido una injusticia sin paliativos. Pero no se trata de sacar las cosas de quicio caballeros. Contador tenía una sustancia que no fabrica el cuerpo humano, en su organismo y la única prueba que tenía desapareció. En otras palabras, no puede probar lo que sostiene, y eso es la única certeza que tenemos.
Es doloroso porque es un ciclista español con mucho talento, pero por desgracias es propenso a que se relacione con el dopaje porque su equipo no corrió un tour por demasiados positivos (Astana en 2008), comenzó en el Dopiteam de Manolo Saiz y ahora tiene una sustancia en el tour 2010 que no puede demostrar de dónde salió.
Diego Celma
Imagen:as