El circuito de Mónaco es uno de los más claustrofóbicos y técnicos del mundo. Ni siquiera es divertido en los videojuegos, así que os podéis imaginar en la realidad. Hoy toca hablar de uno de los mayores hitos deportivos de la historia del automovilismo. Ayrton Senna, rodeado de misticismo, fue un piloto fuera de serie que puso en aprietos al consagrado Alain Prost bajo una lluvia extrema con su conduciendo un sencillo Toleman, o que dedujo que un muro del circuito de Dallas se había desplazado durante la carrera cuando impacto contra él en 1986 y acertó.
En 1988 dio una lección de sesión clasificatoria en el circuito de Montecarlo cuando conduciendo en mismo vehículo que Alain Prost, le sacaba dos segundos de ventaja en la mejor vuelta de ambos. Sin embargo, eso fue a más y cuando todos estaban luchando por correr en 1´28” el bajó a 1´25”, después a 1´24” y finalmente a 1´23”. Entonces, el piloto paulista asustado por una extraña sensación aparcó su coche en boxes y esperó allí hasta el final de la sesión. Evidentemente tenía la pole en sus manos y los patrocinadores estaban orgullosos.
Los ingenieros de otros equipos se agolparon sobre la pantalla de tiempos sin comprender nada. Senna dijo que tuvo una experiencia extrasensorial y es posible que sea la única explicación lógica teniendo en cuenta que los 26 conductores top del mundo, incluyendo en mismísimo Prost, fueron humillados por completo.
Diego Celma
Imagen: grandprixinsider