Hoy es el turno de recordar a uno de los centrocampistas con más creatividad que ha dado el fútbol español, el cántabro Iván de la Peña.
Fue una de las mayores promesas de la conocida como «quinta del mini», un jugador lleno de técnica y calidad y, sobre todo, con uno de las mejores visiones de juego de la historia. Conocido además por su cabeza siempre rapada, su apodo era «Lo pelat» o «el pequeño Budha»
Formado en la cantera del conjunto blaugrana, tuvo la ocasión de debutar en primera división en 1995, de la mano de Johan Cruyff, cuando tan sólo tenía 19 años. En ese partido ya dejó muestras de su calidad y marcó el 0-2.
Ese debuto le sirvió para ser convocado con la sub-21 y participar en los juegos olímpicos de Atlanta.
La temporada siguiente, con la llegada de Robson al banquillo de la ciudad condal, logró hacerse un hueco en el equipo titular en la segunda mitad de la temporada, siendo un hombre importante en la conquista de la Supercopa y la Copa del Rey.
Sin embargo su continuidad en el once titular se vería cortada al año siguiente, cuando Van Gaal tomó las riendas del Barça y decidió rotar su puesto con Giovanni. Este año conquistaría la Liga y la Copa del Rey, así como la Supercopa de Europa.
Su gran papel en el equipo blaugrana le llevó a desembarcar en Italia. En el varano de 1998 la Lazio decidió pagar por él 2500 millones de pesetas, convirtiendo a De la Peña en uno de los ídolos de la afición, pero una inoportuna lesión trunco su estancia en Roma y se fue cedido al Olympique de Marsella. Finalmente terminó su carrera en Barcelona, pero esta vez en el club rival del Barça, el Espanyol, de donde se despidió hace poco entre lágrimas y emoción.
Aquí os dejamos un vídeo con algunas de sus mejores acciones.