Diego Forlán no celebró su gol ante el Athletic como se pudiera esperar.
El gol del uruguayo ponía al Atlético por delante y le daba vida en su reto de ponerse a cinco puntos de la Europa League.
El uruguayo rehusó abrazarse con Juan Valera, su asistente en el tanto y en cambio, se volvió a la grada con un gesto serio y desafiante.
Forlán quedó mirando a parte de la afición y de sus labios se pudo leer la siguiente frase: “¡Y ahora qué!”.
El goleador rojiblanco lleva ya varios encuentros, en los que es silbado desde un sector de la grada del Calderón, algo impensable por lo visto en la pasada temporada, cuando los gritos de “uruguayo” retumbaban en la ribera del Manzanares.
Lo cierto, es que minutos más tarde, cuando fue sustituido por Camacho, el estadio le despidió con aplausos. Él, con el rostro serio, se sentó en el banquillo.
Por su parte, el uruguayo habló después del partido y no se escondió al respecto de su celebración: «…A veces la gente tiene poca memoria y, obviamente, me molesta un poco. El año pasado fui el Bota de Oro, pero parece que no lo valoran…».
Forlán lo tiene claro: «…Sigo haciendo lo que tengo que hacer. Quiero ganar y más que ellos, y lo disfruto más que ellos. Estoy dolido por la situación…».
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