Van Persie, que ha sonado esta semana como futurible del Real Madrid si Higuaín se cansa de ser permanentemente infravalorado por Mourinho, tendrá esta el reto de liderar las filas gunners contra las asentadas y reforzadas barricadas lombardas. Ibramovic es el loco cañón del equipo milanés, que sin la ayuda de Cassano tendrá que mantener a raya el asedio de los londinenses.
El Arsenal marcha cuarto en la premier League, mientras que el Milán domina la clasificación en la lucha por el Scudetto, así que el bocado a San Siro no se prevé como sencillo.
Es, sin duda el partido más vistoso de unos octavos de final en los que se echa de menos la presencia de Liverpool, Manchester o Valencia y que son devaluados por equipos de primera fase como el Basilea, el Apoel Nicosia o los soviéticos Zenit de San Petersburgo y CSKA de Moscú. Aunque sea el partido más vistoso, ni siquiera son ninguno de los dos favoritos para ganar esta Champions. Real Madrid, Barcelona y Bayern de Munich (por el factor estadio de la final) son los que tienen más papeletas, seguidos después del campeón de 2010: el Inter de Milán y el eterno aspirante, el Chelsea.
Diego Celma
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