Benzema recaló en el Real Madrid en el verano de 2009 tras la llegada de Florentino Pérez. Vino a completar un elenco de estrellas al que también se habían unido Cristiano Ronaldo y Ricardo Kaká. Sin embargo, su primera temporada fue un fracaso bastante importante. Lento en el terreno de juego, sin ganas de jugar, desubicado y sin amigos en el equipo, Karim no era un hombre feliz y eso se transmitía en el campo.
La llegada de Mourinho no fue un revulsivo inmediato pero algo empezó a cambiar en su mente y en la forma de jugar. Este año ha supuesto su definitiva explosión como jugador porque ha demostrado con hechos la calidad que ya dejaba entrever entre su falta de actitud. Mourinho ha sacado lo mejor de él y ahora Benzema está listo para ser el nuevo comandante en jefe de la selección francesa.
Ayer contra Estonia en un amistoso previo a la Eurocopa 2012 de Polonia y Ucrania fue el autor de dos goles, uno de ellos de bella factura y dio una asistencia con una clase descomunal (de espuela) para que si compatriota Ribery marcara otro gol. Esperemos que en cuartos de final no esté entonado.
Diego Celma
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