Imparables

El Real Madrid de baloncesto sigue con su racha triunfal y ayer se adjudicó el trofeo de la Copa del Rey en un final de infarto.

Se veía venir, sobre todo tal y como iba evolucionando el partido. Ambos equipos compitieron dejando todo dentro de la cancha, y las rentas de ventaja que ambos equipos conseguían no eran suficientes para escaparse en el marcador. El primer cuarto se lo llevó el Barça, que se fue con ventaja de un punto gracias a Lobrek y Tomic, ambos con 6 puntos. En el segundo se empezó a ver la mejor versión de Sergio Rodríguez, aunque no fue suficiente para evitar que los de Pascual ampliaran la ventaja y se marcharan al descanso 4 puntos arriba.

El tercer cuarto comenzó con 2 triples seguidos de Rudy, que permitieron a los blancos dar la vuelta al marcador y ponerse 47 -49. Huertas tiró del Barça y gracias a su juego los catalanes conseguían llegar vivos al último y definitivo cuarto.

Así, tras un último periodo en el que el Madrid consiguió abrir una brecha que parecía definitiva, Sergio Rodríguez perdió la bola y Oleson conseguía un 2 + 1 dejando a los culés un punto arriba y con tan solo 8 segundos de reacción para los blancos. Y ahí llegó la gran jugada que decidió la final. El «chacho Rodríguez» se echó el equipo a la espalda y, tras atraer a la defensa del Barça, soltó la bola a la esquina para que Llull sentenciara con una gran canasta. Quedaba una décima y el Madrid lo tenía hecho. El Barça llegó a sacar e incluso palmear la pelota, pero no entró y el Real Madrid se proclamó justo vencedor de una final igualadísima.

El conjunto blanco se convierte en el «rey de Copas» en solitario tras doblegar a un Barcelona que echó de menos una gran actuación de hombres como Navarro.

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